Los beneficios de viajar para nuestra salud

Viajar es siempre un placer pero ¿sabías que también es beneficioso para tu salud? 

Los beneficios de viajar para nuestra mente son numerosos, no importa si visitas el pueblo de al lado o viajas en busca de aventuras al otro lado del planeta, cada experiencia suma.  

Desde Greenwich y como expertos en viajes os preguntamos ¿Sabéis Cuáles son las ventajas de viajar para nuestra salud? No os preocupéis, os explicamos los principales cambios que sufre nuestro cuerpo y mente cuando realizamos algún viaje.

Reduce el estrés 

Uno de los mayores beneficios de viajar por placer es que reduce el estrés que se genera normalmente en nuestra vida cotidiana, es muy difícil desconectar de la presión y preocupaciones de la vida diaria en el mismo lugar donde las sufres, por eso viajar nos permite reducir esos niveles de estrés y volver al trabajo recargados de motivación y energía. 

Las vacaciones son realmente importantes para nuestra salud mental, incluso pueden mejorar tu relación de pareja o familiar porque tener tiempo “para vosotros” es muy importante y muchas veces la rutina no nos permite disponer de ese tiempo, que sea suficiente o que sea de calidad. 

También reducir estos niveles de estrés, nos aleja de posibles problemas más graves en el futuro, como desarrollar una depresión. 

Aumenta nuestra capacidad resolutiva y comunicativa 

Cuando viajas a lugares desconocidos te enfrentas a situaciones y retos poco comunes en tu vida cotidiana, como perderte por no saber leer un mapa, no conocer las costumbres o leyes del país al que viajas, la necesidad de comunicarte con los nativos de ese país en el que hablan un idioma en el que apenas te defiendes o conocer y entender otras realidades, estos retos son muy beneficiosos para crecer personalmente y son un estímulo para tener una mente sana y un cerebro activo. 

Viajar abre la mente 

Olvídate de prensa, televisión, internet…“la realidad está ahí fuera”, la mejor manera de los salvarnos de prejuicios, es conocer otras culturas. Ya lo dijo Miguel de Unamuno “el racismo se cura viajando”, viajar te convertirá no sólo en una persona más culta, también más tolerante y más empática al descubrir de primera mano la verdad y la realidad de otros lugares y otras gentes. 

Viajar es descubrir 

Y no me refiero solamente a hermosos parajes y diversas culturas, viajar es descubrirse a uno mismo en otros lugares. Somos nuestras circunstancias, y si nuestras circunstancias cambian, ¿quiénes somos? Enfrentarse a situaciones y lugares nuevos, a una vida diferente, aunque sea por un corto periodo de tiempo, nos ayuda a conocernos mejor interiormente y nos ayuda a ver nuestra vida cotidiana desde otro prisma, quizá a valorar más lo que tenemos o reordenar nuestras prioridades. 

Viajar nos hace felices 

Sí, viajar hace que segreguemos sustancias beneficiosas para nuestro organismo como las endorfinas también conocidas como “hormonas de la felicidad”, al alejarnos de las preocupaciones diarias y enfocar esos días de vacaciones en actividades que nos gustan o visitar amigos o familiares de cuya compañía no podemos disfrutar normalmente.  

Además, hacer turismo normalmente conlleva largas y hermosas caminatas que mejoran nuestra salud muscular y cardiaca. 

Terapia de choque 

El mejor modo de superar el miedo es hacerle frente. Todos tenemos miedo de enfrentarnos a situaciones nuevas, entornos desconocidos, esto, lógicamente también sucede cuando preparamos un viaje, ¿es un país seguro?, ¿me perderé?, ¿voy a poder comunicarme con la gente allí?, millones de inseguridades nos asaltan ante este tipo de situaciones, demuéstrate a ti mismo que puedes, que eres más fuerte que el miedo. 

Eso te convertirá en una persona más decidida, más segura de ti misma, mejorará tu autoestima y te llevará a enfrentarte a situaciones cotidianas con mayor soltura y posiblemente a buscar aventuras y retos más grandes en el futuro que te resultarán muy enriquecedores. 

La experiencia, la mejor maestra 

Es imposible no aprender un millón de cosas nuevas cada día que estás de viaje, porque las estás viendo, sintiendo, viviendo. No volverás de ese país desconocido sin haber aprendido sobre su historia, su arte, sus costumbres, su cocina y su lengua, aunque ni si quiera te hayas propuesto hacerlo.  Viajar también nos hace más cultos y por supuesto, más interesantes a ojos de otras personas o posibles conquistas. 

¿Qué me dices? Ahora sí que tienes ganas de que llegue el momento de preparar tu siguiente viaje ¿verdad? Pues no olvides coger tu maleta, tu billete de tren o avión y desconectar de todo lo que te rodea para vivir una experiencia única.