Por fin las vacaciones que tanto nos merecemos. Es momento de disfrutar en familia, relajarse entre amigos, respirar aire puro y desintoxicarnos del estrés de nuestra rutina diaria. ¡Bienvenidas seáis vacaciones!
¿Cuál es tu destino?
Que importante el destino elegido cuando nos disponemos a preparar el equipaje. El cómo y dónde vayamos a viajar es determinante a la hora de elegir tu maleta. Dependiendo de si vamos a hacerlo en coche, avión, barco o tren; la opción siempre está entre: ¿maleta rígida o blanda?
Bien es cierto que hoy en día contamos con numerosos servicios que nos ayudan a protegerla de los incidentes comunes de aeropuertos o puertos náuticos, sin embargo, los medios de comunicación no dejan de mostrarnos la cruda realidad de cómo tratan nuestro equipaje por mucho que lo acompañemos de una etiqueta especial en la que ponga “Frágil”.
Por ello, si vas a viajar en alguno de estos medios de transportes (avión o barco) o vas a realizar un trayecto largo, te recomendamos elegir una maleta rígida apta para golpes o caídas. Viaja con la tranquilidad de saber que tus pertenencias no se verán expuestas al peligro de romperse y que, seguro, llegarán en perfecto estado a tu destino.
No solo debemos tener en cuenta el interior, ¿qué hay del exterior? En este tipo de viajes nuestro equipaje tiene altas posibilidades de sufrir rozaduras o rasguños, incluso rajaduras en la superficie. La tranquilidad de escoger una maleta rígida es saber que, ante estos posibles daños, nuestras pertenencias no sufren riesgo de perderse.
Además, y gracias a sus materiales de fabricación de alta calidad, el sobrepeso al pasar por la báscula no supondrá un problema. No solo cuentan con diseños modernos y de gran resistencia, sino que además son altamente ligeras. Otra de sus ventajas es la facilidad de limpieza y su mayor impermeabilidad, dato a considerar si viajamos a países con altas probabilidad de lluvia.
Si por el contrario te dispones a viajar en coche u otro transporte en el que tú mismo seas la persona que acomode el equipaje en el trayecto, te recomendamos elegir una maleta blanda.
Este tipo de maleta te ayuda a optimizar espacio. Gracias a sus materiales y diseño, te permite incluir esas prendas que se encuentran entre tu lista de “por si acaso” y que, de no entrar finalmente, dejarías colgadas de nuevo en tu armario.
Su ventaja principal es la flexibilidad y versatilidad. Son ideales para trayectos cortos o equipaje de mano, y es que suelen pesar muy poco. Si tu idea es llevar cuantas más cosas mejor, no te lo pienses más.
¿Te has decidido ya?
Que la elección de tu equipaje suponga el inicio de una gran aventura. Sea como sea, Greenwich te desea unas muy felices vacaciones.