Recién llegado junio se acerca la fecha marcada en el calendario de todos: las vacaciones. La mayoría de viajeros hace tiempo que reservaron sus plazas en los lugares que más interés les despertaban, pero por si hay todavía algún rezagado, en Maletas Greenwich os vamos a recomendar algunos rincones perfectos para visitar este verano.
Oporto
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La ciudad portuguesa tiene casi la total propiedad del bacalao y el vino portugués, y no es de extrañar. En ella podrás disfrutar de los mejores platos cocinados con el pescado típico luso y sobre todo, disfrutar de las mejores bodegas de vino del país. Además, podrás disfrutar de un peculiar paisaje. En él encontrarás la desembocadura del Duero, que penetra con aparente calma en el Atlántico creando un paraje único. También podrás observar puentes de tamañas dimensiones junto a las colinas sobre las que se levantan casas construidas en épocas pasadas y que presentan una arquitectura de enorme belleza.
Una ciudad que rivaliza con Lisboa, la capital de Portugal, pero que podrás recorrer sin problemas en dos o tres días.
Budapest
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La joya del Danubio, así es como se conoce a la ciudad húngara que alberga en su interior rincones con enorme historia e incomparable valor cultural. Una enorme historia porque Budapest nació gracias a la unión de dos ciudades: Buda y Pest, que pasaron a ser una a partir de 1873.
En ella podrás visitar las termas del Balneario Gellert, disfrutar de un paseo en barco por el Danubio, recorrer sus calles y encontrarte con la Sinagoga de la ciudad (la segunda más grande del mundo), la Basílica o visitar el museo del Holocausto. Además, algo que no puedes dejar sin fotografiar ni visitar es el Parlamento, un edificio majestuoso con una belleza fuera de toda duda.
Si dispones de más días, un viaje típico de la zona es la visita a varias ciudades cercanas, como pueden ser Praga, Bratislava o Viena.
San Petersburgo
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Otra de las ciudades con más historia de Europa, ya que tuvo varios nombres antes de este, como Petrogrado. Además, fue famosa por el sitio de Leningrado (otro de los nombres pasados, en referencia al líder ruso) durante 900 días entre 1941 y 1944 donde murió más de un millón de personas. Como se trata de una ciudad bastante grande, se recomienda estar cuatro días para poder disfrutar de todos los escondites que el pueblo ruso guarda para los visitantes.
Hay que destacar la iglesia de San Salvador, la Fortaleza de Pedro y Pablo, el Jardín de Verano y, sobre todo, el Palacio de Invierno.
Dublín
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En verano el tiempo, o mejor dicho, el mal tiempo, suele dar una tregua al Reino Unido. Las islas se ven afectadas, la mayor parte del año, por un tiempo poco apetecible para viajar, por eso hay que aprovechar las fechas venideras.
En la ciudad irlandesa tendrás la suerte de disfrutar, por supuesto, de una magnífica variedad de cervezas, la especialidad del país. Dublín es una ciudad para disfrutar paseando, para conocerla de verdad tienes que perderte en sus calles y ocultarte en todos los rincones que esconde y que son los que de verdad transmiten el encanto “irish”. Desde el Castillo de la ciudad, hasta el palacio del Ayuntamiento, pasando por el Trinity College o el Guinnes Storehouse, la fábrica de cervezas más antigua de la ciudad.
Además, si tienes algún día más, ya que Dublín podrás recorrerla en un par de días, puedes visitar Cork, otra de las ciudades más importantes del país. Entre una ciudad y otra, si decides ir en autobús o en coche, podrás disfrutar del paisaje, sin duda, uno de los valores en alza de Irlanda.
Bilbao
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El destino nacional con un sinfín de posibilidades para disfrutar en esta época del año es, sin duda, Bilbao. La ciudad vasca cuenta con unas vistas magníficas, una cultura de valor y una gastronomía de renombre. Para disfrutar unos días de una escapada es la ciudad perfecta. No puedes irte sin visitar el Guggenheim, por supuesto, el museo de arte contemporáneo de la ciudad. Además, desde su entrada, la panorámica que puedes sacar de la ciudad es magnífica. Por la noche, los numerosos bares y restaurantes de Bilbao te acogerán como a uno más y si te gusta el fútbol, en el nuevo San Mamés disfrutarás de un clima y un ambiente de los mejores del país.
En Maletas Greenwich apostamos por la calidad, por eso, tenemos una gran cantidad de variedades que ofrecer. Por ejemplo, para tus viajes en avión, las maletas de cabina como el moderno Berna, que garantiza rigidez y seguridad. En cambio, si vas a realizar un viaje más escueto, quizá te valga con una maleta pequeña modelo Milán. Y si el viaje que te espera es más aventurado, ¿por qué no una mochila Samsonite? Formal, elegante y cómoda.
